2008/01/31

Jokin (2004-9-20)

Albiste hau jartzea erabaki dut, "tamalgarria" dirudienez, polemika honengatik jende asko mugitu izan baitzen. "Tamalgarria" dela diot, hau, egunero gertatzen den gauza bat baita eta ez delako suizidio bat eman behar egoera hau bizitzen duten pertsonak jasan behar dutena ezagutzeko. Hala ere, nahiz eta beste egoera batzuk atentsio berbera edukitzeko eskubidea izan, garrantzitsua iruditu zait Jokin-i gertatu zitzaiona, blog honetan islatzea.


Jokin era un chico muy inteligente, con un buen expediente académico y que en una ocasión llegó a pedir ayuda a una profesora ya que no acertaba con un problema informático. Su existencia comenzó a ser una tortura cuando a comienzos del anterior curso escolar, en septiembre de 2003, sufrió una descomposición que no pudo controlar cuando se encontraba en la escuela. Y ésta se transformó en un infierno para Jokin porque algunos compañeros desalmados hicieron del incidente la palanca para convertirle en la diana de burlas, humillaciones, vejaciones y agresiones físicas.

El tormento se recrudeció después de que Jokin y sus amigos fueran sorprendidos fumando porros en un campamento este verano. El monitor escribió a los padres, pero sólo los de Jokin recibieron la carta. Cuando interpelaron al monitor, éste se extrañó de que nadie más se hubiera interesado y es entonces cuando se descubre que las cartas habían sido interceptadas. Esto fue suficiente para que el menor fuera acusado de chivato por quienes le hacían la vida imposible.

A mediados del mes pasado comenzó un nuevo curso y los maltratadores le tributaron a Jokin en el instituto una fiesta de aniversario de la gastroenteritis que padeció un año antes. Durante tres días consecutivos sufrió diversas agresiones físicas -entre ellas, machacarle a balonazos en el gimnasio- y decidió no volver a clase. El viernes, 17 de septiembre, la tutora de Jokin llamó a casa para informar a los padres de su inasistencia a clase, y estos comienzan a vislumbrar la verdad. Al día siguiente, el padre de Jokin habló con el padre de uno de los presuntos agresores que le dijo que no volvería a haber más agresiones.

El lunes, 20 de septiembre, Jokin no acudió a clase por recomendación del centro, pues había una reunión con los presuntos maltratadores, y se le pidió que el martes fuera al instituto. Pero ese día, de madrugada, Jokin se arrojó por la muralla de Hondarribia.

El suicidio no trascendió a los medios hasta una semana después. La Fiscalía de la Audiencia de Gipuzkoa instó a la Ertzaintza a tomar declaración a los ocho presuntos agresores, expulsados temporalmente del instituto, mientras la autopsia del cadáver confirmaba la existencia de hematomas. Tras recibir las diligencias, el fiscal califica el caso como «inducción al suicidio, homicidio».

Los expulsados declararon ante la Ertzaintza el pasado lunes que a Jokin le daban «cachetes y collejas», además de todo tipo de burlas y vejaciones, y que el maltrato al chaval era generalizazo en el colegio.

Los padres de estos adolescentes se negaron el jueves a recibir en sus domicilios a los tutores que Educación les había asignado. Piden que sus hijos se reincorporen «a la mayor brevedad» al instituto, pues lo contrario «supondría una discriminación que no se justifica por los hechos objeto del expediente». El viernes, cuatro padres reconsideraron su actitud y autorizaron que sus hijos sean escolarizados en casa por tutores.

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